27 agosto, 2009

GENOCIDIO CONTRA GAIS, LESBIANAS, BISEXUALES YTRANSEXUALES EN IRAQ

Fundación Triángulo será recibida en la Embajada de Iraq en España. Miércoles 26 de agosto 2009. 12.00h.
Fundación Triángulo exigirá al Gobierno de Iraq el cese inmediato de la persecución sistemática contra personas homosexuales en Iraq y que dichos crímenes sean investigados y reclama al Gobierno de España que se pronuncie de manera clara contra dicho genocidio y haga suyas las recomendaciones hechas por Human Rights Watch.
Según el informe de Human Rights Watch Murder, Torture, Sexual Orientation and Gender in Iraq, que ha sido recientemente dado a conocer, en Iraq se está produciendo un genocidio contra personas que son transexuales u homosexuales o que simplemente lo puedan parecer. Los relatos de las formas de tortura y la crueldad del asesinato sistemático que está padeciendo este sector de la población iraquí es simplemente estremecedor.
Los muertos según relata, a través de fuentes fidedignas, el informe son cientos en muy pocos meses. Según la información disponible, esta persecución se están produciendo de forma sistemática y acelerada ahora durante 2009.
Aunque la situación en Iraq es muy complicada y hay agresiones y atentados contra muchos ciudadanos iraquíes, existe una gran diferencia, el Gobierno y las fuerzas de seguridad repudian dichos actos de terror e intentan evitarlos y castigar a los culpables. Sin embargo, hasta el estremecedor informe de HRW, ni tan siquiera era conocida esta masacre en el exterior, lo cual quiere decir que para el Gobierno iraquí estos hechos no son dignos de consideración, ni ha puesto el más mínimo medio para evitarlos o castigar a los culpables.
El Gobierno y la ciudadanía española han hecho y siguen haciendo importantes esfuerzos en apoyo a la estabilidad y la democracia de la república de Iraq, el Gobierno español por otra parte, ha mantenido posturas claras y reivindicativas a favor de víctimas de la violencia terrorista o de crímenes de estado, como por ejemplo contra el feminicidio de Ciudad Juarez o la protección de los civiles palestinos. Por todo ello Fundación Triángulo cree que es urgente, muy urgente, que el Gobierno español se pronuncie pública y firmemente ante el Gobierno iraquí, solicitándole que de forma inmediata ponga todos los medios a su alcance para que cese el genocidio en marcha contra las personas homosexuales y para lograr la identificación y el castigo a los culpables de los asesinatos ya producidos.
Fundación Triángulo ha solicitado una rápida y firme actuación al Gobierno español.
El Presidente de Fundación Triángulo Miguel Ángel Sánchez Rodríguez y otros/as activistas se entrevistarán el miércoles 26 de agosto a las 12.00h con el máximo responsable en la actualidad de la Embajada de Iraq en España, el señor Mohamed Abdul Sahb. Como organización por la igualdad de gais, lesbianas y transexuales van hacerse presentes para transmitirle la urgencia de la situación y la indignación de las organizaciones ciudadanas españolas ante la pasividad del Gobierno iraquí.
Triángulo va a seguir movilizando a los ciudadanos y ciudadanas españolas para que sean conscientes de que escuadrones de la muerte, que se reclaman islamistas, están masacrando a ciudadanos iraquíes por su orientación sexual ante la indiferencia de su gobierno y el silencio complice de los gobiernos del resto del mundo. Más información siguiendo con la lectura.

Accede clicando sobre el texto en negrita al Informe de Human Rights Watch (en inglés)
Para contactar con Fundación Triángulo: Miguel Ángel Sánchez: 635 625 484 (móvil), 91 593 05 40 (Sede central. Preguntar por cooperación internacional).
Prensa: Natacha Nazer: Mov: +34-635-625-494
Dirección Embajada de Iraq en España: Ronda de Sobradiel 67. Madrid .
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Festival Hecho x Mujeres



“COSAS DE MUJERES” PRODUCTORA INDEPENDIENTE, convoca desde el 18 de Agosto y hasta el 30 de Octubre de 2009, al 1er.FESTIVAL DE REALIZADORAS MUJERES “Hecho x mujeres” a realizarse los días 26 y 27 de noviembre, en el marco de la conmemoración del día 25 de noviembre: Jornada de lucha por la no violencia hacia la mujer.Podrán participar las Propuestas Audiovisuales de Cortos realizados por mujeres, de cualquier temática, con una duración de hasta 30 minutos, documentales, ficción o animación, que no contengan escenas que denigren o tengan escenas de violencia hacia las mujeres, o contengan lenguaje sexista.Las productoras pueden ser de cualquier nacionalidad, y edad, pudiendo presentarse trabajos realizados por grupos de mujeres, como así también de productoras individuales. La muestra no es competitiva.
SIN COSTO DE INSCRIPCIÓN. SE PUEDE ENVIAR POR SISTEMA DE "UPLOAD",(para que desde aqui hagamos "download")LOS CORTOS SON HASTA 30' DE DURACIÓN
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Puedes ampliar información enviando un mensaje a estoescosademujeres@gmail.com.
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06 agosto, 2009

De machista a hombre justo.

Por Ángela Munuera Bassols (filóloga, psicóloga, poeta, feminista, desterrada). Ángela es compañera activista de la asociación 8 de Marzo, entre otras tareas, escribe textos como el que ahora os presentamos.
Recordemos el origen de la palabra justicia, del latín iustitia, derivada de ius-iusris, que significa derecho, justo, exacto, y procede de la raíz iu, que a su vez significa “fuerza vital del varón”. Esa palabra, ius, esa raíz, iu, han dado nombre y significado a todo lo que la cultura dominante, la del varón, considera justo, según las leyes, la moral y la ética; y, ahora, por extensión, a todo aquello que nos parece “de ley”.
Prescindamos por un momento del origen machista de la palabra justo. Prescindamos, por tanto, del concepto y de la realidad masculina de justicia, y quedémonos sólo con lo que todos y todas, o la mayoría, querríamos que la justicia fuese: esa idea de igualdad, protección, libertad personal y equivalencia que deseamos proteja a todas las personas, tal como dice el artículo 3 de la Constitución española vigente: “todos los ciudadanos son iguales ante la ley sin distinción de sexo, raza, lengua, religión opiniones políticas ni circunstancias personales o sociales”. Partiendo de esta nueva idea constitucional de la justicia, ¿qué hará el hombre justo que honradamente descubre que, a pesar de ser justo, es machista?
En sentido amplio, podemos suponer que cualquier persona puede descubrir que justicia y machismo van de la mano, que son, históricamente, la misma cosa. Y que, por lo tanto, esa persona ha descubierto, de pronto, que es imposible ser justo según la idea constitucional de justicia en este mundo construido exclusivamente desde la justicia del varón.

Si esa persona fuera hombre©, es decir, varón o mujer perteneciente a la especie humana, un hombre cualquiera que descubre que no es posible ser hombre sin ejercer el machismo, porque la sociedad no deja resquicios a la igualdad, tendrá, ciertamente, desde ese instante, al menos un momento de cuestionamiento personal.
Digamos ahora que es un varón quien descubre que es machista invisible, necesariamente machista por ser miembro que ha crecido en esta sociedad, pero quiere ser justo honrado, igualitario y que, precisamente por ser justo, descubre que es machista estructural. Supongamos que cae en la cuenta de que la justicia pertenece al campo masculino y esa justicia arrasa a las mujeres en masa, en público y en privado, sólo salvando para la sociedad, como gemas preciosas, como ejemplos a seguir, a aquellas mujeres que siguen el ideal masculino de la competitividad y logran entrar en el único campo de acción que existe, el de los varones, varonizadas ellas como ellos. Supongamos que descubre eso.
O, mejor aún, pensemos que, en realidad, no descubre los valores machistas de la sociedad por eso, por sus solos medios y su inteligencia, sino, sobre todo, porque llevado por los azares de la vida al cariño y al respeto de alguna mujer significativa para él, por ejemplo madre, hermana o amiga, descubre y ve y vive el dolor intrínseco de ser mujer y, por tanto, aprehende la miseria de carecer de libertad de expresión, de mundo interior propio reconocido y de nombre para las cosas, como vivimos las mujeres. Por contrapartida, hay que suponer que esa mujer honrada significativa para él, esa que le ayuda a ver y a saber, que hasta ahora había vivido sometida a los dictados machistas de la sociedad sin cuestionarlos, probablemente sometida a su marido, su compañero o su padre, como somos en origen casi todas, esa mujer ha tenido la suficiente humildad y coraje de ver sus heridas, reconocerlas y compartirlas con este varón honrado descubridor. Pongamos, pues, que ese varón justo ha descubierto la incompatibilidad que se da entre ser mujer y ejercer la libertad. Supongamos eso; que a ese hombre justo la vida le ha puesto así y de pronto, conoce de primera mano la vivencia de una mujer.
Si de veras ha aprendido esas cosas es porque ese varón no sólo es justo en su corazón sino también porque ha sido humano, terrenal, capaz, sensible, se ha abierto a la realidad; y por eso acaba de encontrarse con que sabe lo que es ser mujer; sabe que en el caso extremo, ser mujer es necesariamente ser herida por sus machos significativos, por ejemplo, su padre, su esposo, su compañero o su hermano y en el menor de los casos, ser sólo parcialmente reconocida como persona. Pongamos que tal vez este preciso varón justo ha herido sin saberlo a esa mujer que ama y valora. Supongamos que descubre eso. ¿Qué hará ese hombre justo que descubre que también él es, irremediablemente, invisiblemente machista, que pertenece a la única especie posible, por dominante, de hombres del mundo de hoy?
Supongamos ahora que este varón descubridor recién despertado desea ser siempre humano, constitucional, honrado consigo mismo y con los principios auténticos de la ética igualitaria. ¿Qué hará?
Reconozco que estoy llevando muy lejos mis supuestos. Confieso sinceramente que, en mi esfera personal, no conozco a ningún hombre que haya descubierto en profundidad, por ejemplo, el abismo que se abre en la mente de una persona al aprehender la imposibilidad de compatibilizar el amor con el machismo, ni siquiera en escala menor. Quiero decir, no conozco a ningún varón que haya dejado de utilizar sus privilegios machistas aunque sea por costumbre, sin cuestionarlos, sin siquiera darse cuenta. Ninguno. Pero sé que existen. Necesito que existan.
Mis amigos pueden ofenderse. Se preguntarán, tal vez: “Si tan machista me ves, entonces, ¿cómo es que eres mi amiga?”. Sólo para mis amigos, respondo que les quiero a pesar de lo machistas que son en la esperanza de que descubran lo injusto de sus privilegios y renuncien a ellos voluntariamente. Dicho de otra manera, entrego mi voluntad de amistad a todos estos machistas que rodean mi micro-mundo, invisibles para sí mismos, inconscientes de ser machistas, en la esperanza de que su estatus interior de hombres justos les convertirá algún día en defensores y practicantes de la igualdad, tal vez en nombre de nuestra amistad, tal vez por el dolor del destierro que he compartido con ellos.
La verdad, si yo fuese varón, me avergonzaría. Porque los signos y la barbarie del machismo son demasiado reconocibles hasta en la prensa diaria. No siéndolo, siendo mujer que mira a los varones ser varones y ve cómo ejercen de de micro-machos en sus relaciones cotidianas, bromas, chistes, generalizaciones, devaluaciones, pequeños insultos, bravatas, miraditas cómplices, silencios, tergiversaciones, interpretaciones, definiciones, manipulaciones, etcétera, también me avergüenzo. A ver. Yo no les culpo. Después de todo, han heredado, hemos heredado todos y todas, unas costumbres y una ideología que no hemos inventado, pero que nos contiene y nos sitúa ante la vida de determinado modo. Ellos el poder, la fuerza y el derecho. Nosotras las artes de sumisión y esquivamiento. Ni ellos ni nosotras somos culpables.
Pero, seamos sinceros. Ellos están descubriendo lo injusto que es el lugar que la sociedad de machos ha adjudicado a la mujer, su papel de objeto de uso y disfrute, su esclavitud, la necesidad de mantenerla callada y sumisa. Y sin embargo, a pesar de verlo, la mayoría no le da importancia: la mayoría no renunciará nunca a “sus” privilegios; la mayoría de los varones se amparan entre ellos, se dan cancha, ejercen de poderosos, tanto en el campo privado de la familia, la pareja o la amistad, como en los campos institucionales y públicos. Ellas, a su vez, están descubriendo, gracias a los movimientos feministas y a su propio dolor, que nos abren los ojos todos los días, lo injusto e inhumano que es la situación de la mujer, cómo estamos abocadas a callar, cómo nuestros propios amigos y amantes nos niegan la palabra, se burlan de nosotras, nos usan, nos esclavizan, nos mutilan y, finalmente, algunos nos matan.
Sin embargo, ¿qué hace la mujer que descubre el machismo que la sujeta? ¿Se rebela?, ¿lucha? ,¿se defiende?, ¿se establece como ser humano libre frente al mundo y la vida? No. La mayoría de nosotras no cuestiona siquiera lo que pasa, para no sufrir o para no morir de terror o de soledad o para no pasar al destierro. La mayoría se mantiene en estado de alerta sencilla y maternalmente cantando canciones de cuna a su monstruo personal. Y eso, claro, porque el precio de la rebelión es siempre el destierro y el dolor y demasiadas veces la soledad y la muerte. El miedo, el embotamiento, la costumbre, la dependencia, la cultura en que vivimos y la ignorancia nos protegen de morir.
Por suerte, una minoría de mujeres se vuelve feminista, nos unimos entre nosotras, a otras mujeres, buscamos formas nuevas de nombrar el mundo, compartimos la experiencia con nuestros hombres significativos justos y honrados. Por suerte, algunos de ellos se abren. Porque el cambio de paradigma a la igualdad de las mujeres no es posible sin el apoyo de los hombres.
A ese varón justo y honrado, a ese hombre que se cuestiona y renuncia a los privilegios heredados, se refiere mi pregunta. Hablo de ese varón aperturista, pro-feminista, luchador, que, como las mujeres vivirá a partir de ahora, con valentía y con dolor, el destierro del campo dominante de los varones patriarcales.
Ahora, por fin, dejo mi reflexión llegar al corazón del hombre justo. Lanzo mi pregunta, como una flecha, directa al corazón de mis amigos, los que sois machistas pero no sois capaces de reconocerlo o no lo sabéis; los que queréis ser justos-constitucionales, honrados. Si de veras lo sois, si sois hombres, hechos de barro, como nosotras, nacidos de lo llano, lo sencillo, lo esencial, nacidos del vientre de una mujer después de todo; si de veras os importa la nueva justicia-humana que impregna nuestra Constitución (y no la justicia-macho de la raíz de la palabra), vosotros varones justos, haréis un cambio estructural junto a nosotras.
Os veo como hombres detractores de las bromas contra nosotras y el sexismo que tragamos cada día. Os veo respetando a cada mujer en cada situación, escuchando, con el alma abierta, aprendiendo, cuestionando. Os veo iguales a mí. Como yo, os avergonzáis del legado machista de la historia. Como nosotras y con nosotras, las desterradas, también desde el dolor y el destierro, construís la nueva sociedad igualitaria que buscamos, que necesitamos; la sociedad que la justicia está reclamando.
© De homo-hominis, ser humano varón o hembra, derivado de humus, suelo.
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