16 junio, 2011

Algo se mueve en la curia

Algo se mueve en la curia. Según artículo aparecido en diario Público, la presión de los jesuitas fuerza la organización de un simposio que aborde la actitud de la institución eclesiástica ante casos de violencia y abusos sexuales en su seno, bajo el lema Hacia la curación y la renovación. Del silencio y la ocultación a la intervención directa de la propia iglesia, suena bien. El anunciado simposio plantea entre otras medidas, la colaboración con la justicia civil y la interposición de las correspondientes denuncias ante ésta. Habrá que esperar a febrero para ver hasta dónde alcanza el cambio, porque la forma en que el pontífice aborda la pederastia despierta inquietud: habla de “curación”, como si estuviéramos ante enfermos en lugar de violadores conscientes de sus actos, con capacidad de obrar y discernir entre lo legal y lo moral.
Cómo confiar de una institución que en lugar de suspender y expulsar a curas pederastas los proteje bajo la ley del silencio, permitiendo la continuidad impune de sus delitos cambiándolos de diócesis, exponiendo a más niños y a más niñas a la violencia sexual, creando indefensión y prolongando traumas. La misma que ha suspendido a un cura por presentarse a las elecciones, según dicen, porque lo tienen prohibido ¿violar a menores no?
Algo se mueve, pero no sabemos qué. Anuncios como éste pueden no ir más allá del lavado de una imagen embadurnada, más que salpicada, de multitud de casos denunciados, algunos sentenciados por la justicia civil, pero nunca castigados por los representantes de dios en la tierra. Con lo fácil que sería actuar ya, poniendo la correspondiente denuncia en el juzgado, como corresponde a cualquier otra institución.
.Carmen Martín Serrano. Asociación por la Igualdad de Género 8 de Marzo.
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02 junio, 2011

PEDERASTAS CON SOTANA.

Lo de la iglesia clama al cielo. Lo de la justicia también. Y lo de los gobernantes es para llorar. La violencia sexual contra niñas y niños pasa de puntillas, sin hacer ruido, y estos tres elementos, iglesia, justicia y gobernantes, se combinan para vejar por triplicado a un número incalculable de menores en todo el mundo: por ocultar, silenciar y no condenar.

En los últimos años están siendo noticia distintas denuncias contra curas por violencia sexual a menores en distintos países, sin que pase nada.

La impunidad de los pederastas religiosos estremece. No es comprensible que aparezcan declaraciones como las del obispo de Tenerife en las que asegura que “hay menores que desean el abuso e incluso lo desean sin que nada ni nadie le pase factura. Eso es apología de la violencia sexual a menores. Este intermediario divino no se corta medio pelo: justifica a sus colegas violadores calificándolos de enfermos, culpa a las víctimas (niñas y niños), y se despacha asimilando homosexualidad y violencia sexual, todo un entendido.

Desde Italia, llega la escandalosa noticia de cómo la curia vaticana protegió al cardenal Bertone, que además de ejercer violencia sexual, incitaba a sus víctimas al consumo de cocaína.

Que actúe la justicia, que se cumplan los Derechos de la Infancia, que vayan a la cárcel los violadores y sus cómplices, aunque vistan sotana.

Artículo 19, Convención de los Derechos de la Infancia: Los Estados Partes adoptarán todas las medidas legislativas, administrativas, sociales y educativas apropiadas para proteger al niño contra toda forma de perjuicio o abuso físico o mental. descuido o trato negligente, malos tratos o explotación, incluido el abuso sexual.....

.Una opinión de Carmen Martín Serrano. Experta en Malos Tratos y Violencia de Género, Técnica de Igualdad, compañera de la Asociación por la Igualdad de Género 8 de Marzo.

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